Estrenar en la Seminci asustaba a su productor, Roberto Lozano, quien afirmó que se trata de un festival «muy exigente» y uno de los más importantes de España», a lo que hay que añadir que era un «estreno en casa» porque prácticamente todo el equipo es de Valladolid, «lo que implica un grado más de responsabilidad», además todo el cortometraje está rodado en Valladolid, el Campo Grande sirve para simular la selva tropical, el Palacio Testamentario de Medina del Campo (Valladolid) para los interiores y los exteriores de la Casa Museo de Zorilla que es el patio de la Casa de Colón en el cortometraje «donde las raíces rojas que cuelgan de la tapia son el símbolo de la sangre roja, del mundo indígena y del el mito del buen salvaje», explicó Lozano.
«El último viaje del Almirante», del director Iván Sáinz Pardo, es una apuesta personal de su productor a quien siempre le había fascinado la figura de Cristóbal Colón «más que como personaje histórico como persona, porque fue un hombre, capaz en aquella época, de luchar durante diez años de su vida para conseguir un sueño».
La idea inicial surge hace cinco años en forma de documental, pero cuando empezaron a trabajar sobre el proyecto, Sáinz propuso con motivo del V Centenario del fallecimiento del almirante centrarlo en las últimas horas del personaje «para humanizarlo» cuando los hijos van a visitar a su padre que se está muriendo, «pretendía contar una historia pequeña e intimista».
Valladolid, 1506. La Inquisición, un nuevo mundo. El paraíso y el infierno, la ciencia y la religión. Ambición por el poder y el oro. Un choque brutal de civilizaciones.
Cristóbal Colón, en su lecho de muerte, deberá hacer finalmente cuentas ante Dios.
Sintiéndose en sus últimas horas, dudará envuelto en conflictos personales tratando de comprender y asimilar el verdadero sentido y las posibles consecuencias de su determinante papel como navegador, descubridor, colonizador y exportador de la fe católica del creciente imperio español.
2006.
Iván Sáinz Pardo.
Roberto Lozano Bruna.